La pretensión principal de esta investigación es determinar los elementos básicos que puedan prevenir e impulsar los procesos de inserción socio-profesional en los adolescentes de 16 a 21 años en riesgo de exclusión que asistan a los Programas de Garantía Social. (Denominados también Escuelas de Segunda oportunidad) Esta pretensión, abarca dos objetivos: analizar los procesos de planificación de la inserción sociolaboral y de la construcción del proyecto profesional-vital que realizan los jóvenes y detectar las necesidades de formación del profesorado en relación con los contenidos teóricos y metodológicos.
Para la consecución de la investigación, la recogida directa de información de los agentes implicados era imprescindible. Cómo agentes implicados se identificaron dos fuentes de información, los jóvenes y los profesionales.
Se utilizaron estrategias cuantitativas y cualitativas dependiendo de la fuente de información. La recogida de información de los jóvenes se realizó por cuestionarios, debido a que se valoró la necesidad de realizar un estudio longitudinal de esta fuente. En contraposición, la recogida de información proporcionada por los profesionales, se realizó mediante grupos de discusión; de manera que obteníamos información sobre las funciones más significativas de los profesionales, el itinerario profesional, las situaciones más fáciles y las más difíciles de resolver, identifiquemos las diversas variables que intervienen en la resolución de estas situaciones e identificar la valoración de la formación recibida.
Concretamente, la muestra está formada por 27 profesionales y por 242 alumnos de la Área Metropolitana de Barcelona entre 16 y 21 años. El perfil de los jóvenes que han respondido el cuestionario en el primer momento se caracteriza por que el 71% son chicos y el 29% son chicas, el 49% tienen 16 años y la mayoría son de origen español (únicamente 13 jóvenes provenían de países sur-americanos y en 8 casos el país de origen es Africano). Los jóvenes que han participado en el estudio viven mayoritariamente (64%) con una estructura de familia nuclear. El resto de jóvenes representan la gran variedad de estructuras familiares (un 6% de los jóvenes viven en una familia nuclear más algún miembro de familia extensa, un 18% en una familia monoparental, otro 6% familia monoparental más algún miembro de familia extensa, 4% viven con la familia extensa, un 1% con los hermanos y un 1% están en acogimiento.
Para analizar los datos, se utilizaron diversos procedimientos: para los datos cuantitativos se utilizó el programa estadístico SPSS y para los datos cualitativos se elaboraron códigos de análisis para cada variables mediante una valoración de interjueces.
De la totalidad de los jóvenes entrevistados, encontremos que el 95% acabaron el curso de formación que realizaron en los Programas de Garantía Social, y en el momento de la recogida de datos (nueve o doce meses después de finalizar curso) un 46,5% de los jóvenes estaban trabajando, un 24% seguían estudiando y el resto no trabajaban ni estudiaban.
La planificación de su proceso vital
Las personas jóvenes, en general, se marcan unos objetivos en su vida.
Estos objetivos pueden ser más o menos reales, y pueden abarcar tanto aspectos materiales como emocionales, todo dependerá de cual es la valoración que hagan los jóvenes. La consecución de estos objetivos también puede hacerse con estrategias a corto, medio o largo plazo. En la investigación las personas jóvenes que realizan Programas de Garantía Social: · Valoran principalmente la estabilidad laboral, y en segundo lugar un trabajo de calidad. · Los chicos dan mucha importancia a formar pareja y en cambio las chicas hablan de independencia familiar.
· Un 40% de los jóvenes aspiran en su vida a cubrir los deseos
materiales (siendo un porcentaje más alto el de los chicos)
· La mayoría de los jóvenes saben que es lo que quieren
conseguir en su vida, pero no tienen claras las estrategias necesarias que han
de utilizar.
· Los tipos de estrategia se centran más en el procedimiento que
en la reflexión, es decir, se basan en aspectos concretos e inmediatos.
· El tipo de relación que mantienen con la familia y con los amigos,
es un aspecto importante en la vida de los jóvenes.
· El sentimiento de ser apoyado y ayudado por el entorno puede ayudarlos
tanto en cambiar la manera de ver las cosas como para afrontar de otra manera
su futuro.
Respecto los sentimientos de los jóvenes sobre las relaciones familiares
y de amistad nos encontramos que:
· La gran mayoría expresan el deseo de mejorar la relación
con su familia, fundamentalmente los aspectos afectivos y de apoyo, concretamente
valoran el sentirse queridos y unidos. En relación al género,
no se observan diferencias respecto el apoyo familiar pero si respecto el apoyo
proporcionan los amigos y amigas. Las chicas se sienten más apoyadas
por los amigos y amigas.
· Una minoría de los jóvenes expresan su preocupación
por la desconfianza mutua y también porque creen que la familia no les
valora mucho.
· La mayoría de los jóvenes tienen una buena concepción
de su persona, ya que la mitad de los jóvenes les gusta parecerse a si
mismos. Una cuarta parte a personajes famosos, y la otra cuarta parte a un familiar
(especialmente al progenitor del mismo sexo).
· Los aspectos que valoran mayoritariamente los jóvenes en las
personas son las cualidades de las personas (generosidad, honradez, sentido
del humor, responsabilidad) y después las habilidades específicas
y competencias profesionales dominantes (siendo este último aspecto más
predominante en los chicos que en las chicas).
· Se observa una correlación estadísticamente significativa
entre la autoestima, la satisfacción vital, la percepción del
control y el apoyo que reciben de los amigos y de la familia. De manera que
la valoración de los jóvenes (3,02) nos indica un alto nivel de
autoestima, un alto nivel de satisfacción vital, una alta percepción
de control y el sentimiento de sentirse apoyados por su entorno.
La valoración que tienen los jóvenes de si mismos, también
puede afectar a la manera de afrontar el futuro. El hecho de tener una buena
valoración o no de la propia persona y el hecho de ser consciente de
las propias limitaciones puede ayudar a encarar el día a día,
y a trabajarse un futuro. Los jóvenes de los Programas de Garantía
Social presentan:
· Una alta conciencia de que las cosas importantes de su vida, dependen
sobretodo de si mismos, al igual que piensan que pueden tener un cierto control
sobre su futuro (hay diferencia significativa entre los dos sexos, los chicos
perciben más el sentimiento de control).
· Una alta satisfacción global. Parcialmente valoran como más
satisfactoria (por orden de importancia) la forma de divertirse, la relación
con la familia y los amigos, las cosas que aprenden y las actividades esportivas
y por último la utilización del tiempo, la planificación
del futuro y los resultados escolares.
La inserción laboral
Los programas de Garantía Social se centran en la inserción de
los jóvenes en el mundo laboral y éstos presentan ciertas expectativas
y aspiraciones en relación con el trabajo que realizaran en el futuro:
· La mayoría creen que conseguirán sus deseos laborales
total o parcialmente, todo y que será mediante esfuerzo.
· Existe poco interés por la profesionalización en el sector
para el que se están formando, todo y que ellos habían elegido
la especialidad.
· El trabajo es el elemento de mayor importancia para la inserción
social.
· El trabajo forma parte de las aspiraciones de la casi totalidad de
los jóvenes.
· Dentro del mundo laboral, las personas jóvenes valoran poco
el reconocimiento social o profesional, de la misma manera que la relación
con los compañeros.
· Está muy relacionado con la seguridad y la continuidad en el
mundo laboral con la posibilidad de conseguir una posición social.
· Centran su atención en el trabajo, y remarcan el hecho que están
dispuestos a realizar esfuerzos para conseguirlo, siendo conscientes de las
dificultades que se han de superar.
· Tienen una baja conciencia del valor que tienen las estrategias relacionales
y cognitivas para la consecución de las aspiraciones laborales.
· Creen que el trabajo les aportará (en orden de importancia):
ganarse la vida, sentirse que la ganan honestamente, que les aporta experiencia,
superarse personalmente, tener contacto con otras personas y por último
ser realmente una persona adulta.
· Tienen la percepción que su trayectoria vital presenta una tendencia
ascendente, valorando que el futuro será mejor que el presente y que
ya es mejor que el pasado.
Las necesidades formativas de los profesionales que trabajan en los PGS:
El contexto en el que se inscriben los PGS hacen que la acción tutorial
abarque un conjunto de dimensiones más allá del que era la tutoría
individual o grupal. Este cambio se ve reflejado por una aumento de tareas de
gestión y administración así como tareas de coordinación
externa con la red social y empresarial. De manera que, los mismos profesionales
que trabajan dentro de los PGS consideran que:
· La tutoría es el eje vertebrado de este tipo de programas, y
la calidad de la tutoría es un determinante importante del éxito
o fracaso del programa. Por este motivo, el desarrollo de la acción tutorial
requiere la implicación de todo el equipo docente, desde las diferentes
funciones y roles profesionales.
· La diversidad de profesionales ayuda a afrontar las tutorías,
y los Programas de Garantía Social en si, desde todas los lados posibles.
Incluso, más de la mitad de los docentes consideran necesario incorporar
otros tipos de profesionales (insertores laborales, educadores sociales, trabajadores
sociales, animadores socioculturales, etc) en el diseño y la ejecución
del programa.
· Los docentes de los Programas de Garantía Social, necesitan
una buena preparación y recursos suficientes para encarar los obstáculos
que vayan surgiendo a lo largo del curso de PGS; ya que existe una gran demanda
y responsabilidad por parte de los profesionales sobretodo respecto temáticas
relacionadas con la resolución de conflictos.
· Uno de los problemas que tienen que afrontar los propios profesionales
es la falta de motivación externa, ya que el trabajo con el colectivo
de los jóvenes en riesgo requiere unos perfiles profesionales motivados
para afrontar la práctica cuotidiana. En este sentido los propios docentes
manifiestan que pueden llegar a procesos de burn-out cuando no existe esta motivación
ni tampoco el reconocimiento de su tarea por parte de la organización.
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